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Calle Pérez Bayer, 1B (Bajo) – Vila-real (Castellón)
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Clínica Dental: 964 526 829
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¿Cómo llegar?
La Carboxiterapia es una técnica médica, no quirúrgica, y mínimamente invasiva, que consiste en la infiltración percutánea de dióxido de carbono medicinal con fines terapéuticos.
Su empleo en Medicina Estética procede principalmente de la gran estimulación que induce en la fabricación de fibras de elastina y de colágeno; y en el incremento de sirtuinas, enzimas que mejoran el metabolismo celular y regulan la expresión de ciertos genes, como la sirtuina-6 (SIRT6) implicada en la producción de colágeno.
En nuestro departamento de Medicina Estética Facial la carboxiterapia la empleamos principalmente en:
Los resultados más evidentes los obtenemos en el tratamiento de pacientes entre 35 y 60 años, que experimentan una mejoría evidenciable en frente, arrugas peribucales (“código de barras”) y arrugas periorbitarias (“patas de gallo”).
El número de sesiones ideal es entre 4 y 7, realizadas una vez al mes. Con ello, permitimos que se produzca la neocolagenogénesis (formación de nuevas fibras de colágeno), proceso que precisa de tres a cuatro semanas en llevarse a cabo.
El modo de aplicación varía en función del efecto a conseguir. Existen tres modalidades básicas, determinadas por el grado de inserción de la aguja con respecto al plano de la piel, y la profundidad de aplicación:
Entre sus principales ventajas, destacamos que se incluye en el marco de los denominados “lunch-time”: tratamientos que por la rapidez de su aplicación, y escasos efectos secundarios, permiten realizarse incluso a la hora del almuerzo y volver a incorporarse a la jornada laboral sin ningún impedimento.
La ultrasonocavitación es un tratamiento médico-estético empleado para eliminar los depósitos de grasa localizada en abdomen, cintura, cadera y cartucheras, muslos y rodillas. También para eliminar la grasa facial localizada bajo la barbilla, (la “papada”),
Es un tratamiento no invasivo, muy efectivo, indicado para aquell@s pacientes que desean reducir el contorno corporal y no están dispuestos a someterse a liposucción u otras técnicas quirúrgicas.
Consiste en la aplicación local de ultrasonidos de baja frecuencia, (frente a los ultrasonidos empleados en rehabilitación, que trabajan en el rango de 1-3 MHz). Para ello, en Medicina Estética se emplean equipos que trabajan en modo pulsado a través de cabezales de 40 KHz.
A diferencia de otros procedimientos de electroterapia, las ondas de ultrasonidos no son de carácter electromagnético: son vibraciones mecánicas sonoras de una frecuencia superior a los 16.000 Hz (ciclos por segundo), y se propagan a través de la materia con un movimiento ondulatorio, mediante vibraciones, compresiones y dilataciones.
El fenómeno mecánico de cavitación (formación de microburbujas de vacío, o cavidades que contienen gas en los tejidos) que se produce al aplicar la ultrasonocavitación, produce una lipoclasia o rotura de la membrana de los adipocitos (células grasas). La grasa que éstos contienen pasa del estado sólido al estado líquido y es “volcada” al exterior, para su transporte a través del sistema linfático y venoso, y posterior eliminación vía urinaria y fecal.
Por ello, es imprescindible que las sesiones de ultrasonocavitación vayan acompañadas de una dieta baja en grasas, para no sobrecargar al hígado, y de un tratamiento de drenaje para movilizar la linfa que transportará los deshechos grasos, puesto que se el organismo dispone de aproximadamente 12 horas antes de que el adipocito se reorganice.
El tratamiento se aplica en varias sesiones, espaciadas entre sí entre 3 y 4 días como mínimo, debido a que el cuerpo tarda aproximadamente 72 horas en eliminar la grasa circulante. Lo ideal es una sesión semanal, sobre todo al principio.
Tras la sesión debe realizarse ejercicio aeróbico durante las 24 horas siguientes para que las grasas movilizadas puedan ser eliminadas por el organismo, a través del sistema linfático, urinario y heces. Puesto que la mayor parte viajará en el cuerpo como lipoproteínas, deberán ser metabolizadas lo antes posible mediante actividad física, ya que de no ser así se acumularán de nuevo en otras partes del cuerpo. Lo indicado para mantener el drenaje e inmovilizar al adipocito en su lugar, es mantener la compresión con una fajita elástica en la zona.
Las sesiones de cavitación son cortas, de entre 30 y 45 minutos de duración aproximadamente, centrándose en una zona corporal concreta, para no provocar sobrecarga hepática.
Se utiliza un gel de contacto entre el transductor y la piel, al ser el aire muy mal conductor del sonido. El paciente percibirá sobre los tejidos tratados una sensación leve de calor, y el sonido que provoca la resonancia de los tejidos cuando se someten a estas vibraciones, ya que las ondas son transportadas a través de los fluidos corporales.
Las contraindicaciones son las habituales a cualquier tratamiento de Medicina Estética corporal, entre otras:
Los pacientes que mejor responden al tratamiento son los comprendidos entre 25 y 55 años.
La hidrolipoclasia es una variante de la técnica de ultrasonocavitación en la que previamente a la aplicación de los ultrasonidos se infiltra una solución hipoosmolar en el tejido graso.
Las soluciones hipotónicas, al tener menor concentración en electrolitos que el plasma, penetran en las células grasas. Cuando aplicamos los ultrasonidos, al haber mayor cantidad de líquido, es mayor la absorción de la energía y la cavitación, lo que facilita la “ruptura” del adipocito.