Clinica Doctor Rojo

Hablamos de medicina integrativa en Radio Vila-real

El pasado 3 de febrero acudimos a Radio Vila-real, en concreto al programa “Protagonistes” dirigido por Susana Balaguer, en el que entrevistó a nuestra compañera Alicia Santos para hablar sobre la medicina integrativa, disbiosos y microbioma con el objetivo de derribar mitos y explicar de forma sencilla qué tratamientos realizamos en nuestra clínica y cómo podemos ayudarte.

En este artículo os vamos a dejar algunas de las claves de todo lo que hablamos ese día.

Además, puedes escuchar la entrevista completa en los siguientes audios:

 

¿Qué son la microbiota y el microbioma?

El ser humano alberga una gran variedad de microorganismos, que lo colonizan y desempeñan un papel esencial en la regulación de numerosos procesos fisiológicos.

Dicho conjunto de organismos, o microbiota, del hábitat corporal, se encuentra en una ratio de 1:1 con respecto al número de células humanas.

El conjunto total de los genes de nuestra microbiota es lo que los científicos han denominado microbioma. Cada microbioma posee características distintivas del organismo que lo hospeda, por lo tanto, la identificación de los genes del microbioma de un individuo podría servir para identificarnos como si tratara de una huella dactilar.

En consecuencia, el ser humano no solo ejerce como anfitrión, sino como miembro de una comunidad en la que el conjunto del material genético procedente de la microbiota, junto a los genes propios del individuo, conforma un complejo metagenoma que contribuye a la salud del hospedador.

La más estudiada hasta el momento es la microbiota del aparato digestivo, se conoce de la existencia de más de 25 especies que pueden colonizar a nivel gástrico, entre 500 y 1000 especies en el intestino.

Son los tramos finales del tracto digestivo los que alojan la mayor cantidad de microorganismos del conjunto de la microbiota humana, conformando un sistema biológicamente activo que va más allá de intervenir en los clásicamente conocidos procesos digestivos y de fermentación.

La composición de la microbiota es muy variada, y distinta en cada tramo del tubo intestinal, tanto en diversidad como en concentración, por sus características, como el pH, la concentración de oxígeno, la presencia de sales biliares y jugos digestivos.

El conjunto de la microbiota intestinal ejerce como un órganometabólico, del sistema inmunitario y la síntesis de vitaminas, nutrientes, neurotransmisores, ácidos biliares, y ácidos grasos de cadena corta, entre otros, esenciales para la homeostasis del anfitrión.

La microbiota intestinal residente también participa “entrenando” al sistema inmunitario de mucosas.

Nuestro sistema inmunitario depende en gran medida del intestino. Todo lo que implica alergias y alteraciones de la piel, como dermatitis atópicas, e incluso el acné, depende de las Inmunoglobulinas A secretoras, que se producen en nuestro intestino. Igual sucede con alteraciones de otros sistemas de mucosas, como las rinitis, las otitis, las conjuntivitis y las infecciones vaginales, en las que intervienen como un factor importante.

Las bacterias del intestino desempeñan numerosas funciones muy importantes:

  • Participan en la depuración de toxinas provenientes de la dieta.
  • Contribuyen a la síntesis de micronutrientes como la vitamina K, la vitamina B12, el ácido fólico y hormonas.
  • Sintetizan y regulan la circulación de lípidos en la sangre.
  • Producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y regulan el metabolismo de las grasas, y los perfiles de ácidos biliares.
  • Producen hidrógeno, dióxido de carbono y gas metano, amoniaco, aminas y compuestos fenólicos.
  • Mejoran la motilidad del intestino y sus funciones.
  • Refuerzan la pared intestinal.

¿Qué es la disbiosis intestinal?

Se denomina disbiosis a la alteración en número o en función del equilibrio de la microbiota que da lugar a una serie de síntomas, tanto digestivos como extradigestivos, que restan mucha calidad de vida.

Solemos poner un ejemplo muy gráfico de este concepto a nuestros pacientes, cuando sus analíticas refieren cantidades aceptables de algún microorganismo, pero funcionalmente otros marcadores indican que no están trabajando adecuadamente:

Si tenemos que derribar un muro y ponemos a 10 trabajadores con un mazo, pueden pasar horas hasta que lo tiren abajo si son trabajadores de 90 años y están desnutridos; sin embargo, si para derribarlo ponemos a 3 trabajadores 9 jóvenes y musculosos, en un momento el muro habrá desaparecido.

Se calcula que en España cinco millones de personas podrían padecer disbiosis intestinal y muchas de ellas nunca llegarán a ser conscientes de ello, perpetuando su problema.

¿Cuáles son los principales factores que pueden propiciar el desarrollo de una disbiosis?

Algunos de los factores que podríamos señalar como desencadenantes del desarrollo de una disbiosis son los siguientes:

  • Dieta inadecuada, poco variada, pobre en fibra, frutas y verduras antioxidantes y fibra, o/y rica en azúcar, proteína animal y ultraprocesados.
  • Tóxicos: alcohol, tabaco.
  • Consumo de antibióticos y el consumo frecuente de fármacos antiácidos, lBPs , hormonas, anticonceptivos orales y narcóticos, entre otros.
  • Cualquier proceso inflamatorio.
  • Una enfermedad autoinmune.
  • Sufrir trastornos hormonales como hipotiroidismo o diabetes.
  • Una situación de estrés puntual o recurrente.
  • Vivir en un ambiente contaminado.
  • Tener obesidad o sobrepeso.

La hiperpermeabilidad intestinal, provoca que las células que forman nuestro intestino se separen entre sí y permitan el paso de sustancias a nuestro organismo que no deberían atravesar y que van a alterar nuestra salud, produciendo intolerancias. Como consecuencia de esa permeabilidad aumentada, nos hemos encontrado a muchos pacientes con intolerancias alimentarias que se han resuelto en cuanto hemos recuperado la normalidad en la unión de las células de su intestino.

También como consecuencia de la permeabilidad aumentada se produce traslocación intestinal de miembros de la microbiota intestinal: a la sangre (no es una infección ni una sepsis: es atopobiosis).

Cuando un paciente acude a nuestra consulta por síntomas digestivos que le causan molestias (estreñimiento, diarrea, gases, dolor de barriga, intolerancias alimentarias…), resulta muy evidente que nos vamos a encontrar con una alteración de su microbiota, pero como hemos visto, muchos otros síntomas que afectan otros sistemas, nos hacen sospechar de que existe disbiosis, como en el caso de pacientes con jaquecas o migrañas habituales, que están asociadas a sustancias de desecho muy tóxicas que fabrican determinadas bacterias.

¿Cómo sabemos que efectivamente una disbiosis es el origen de una alteración concreta?

Mediante un estudio intestinal a través de las heces. No como tradicionalmente se hacía, con un cultivo, sino realizando una secuenciación genética de toda la materia fecal. Las técnicas actuales permiten a través del estudio del ADN, presente en las heces determinar qué microorganismos se encuentran en nuestro intestino, incluidos aquellos que no son capaces de vivir fuera del cuerpo y que no se ven con los cultivos clásicos.

Pero a través del estudio de disbiosis intestinal en heces, no sólo adquirimos información acerca de microorganismos y parásitos que puebla nuestro intestino; también obtenemos otros datos muy relevantes para el estudio de nuestro paciente:

  • Cómo está su inmunidad de mucosas.
  • Cómo está funcionado su páncreas y su hígado.
  • Cómo está el equilibrio anímico de la persona.
  • La carga de metales pesados acumulados.

– Información sobre los ácidos biliares, y por tanto, el colesterol y una gran variedad de datos que junto a los que obtenemos de la historia clínica del paciente, y otros métodos analíticos, nos permiten poder elaborar un diagnóstico muy concreto y un tratamiento personalizado para esa persona en ese momento; la medicina personalizada de la que hablamos siempre que recurrimos a análisis genéticos.

Así, el estudio de la disbiosis intestinal permite establecer las estrategias oportunas para su tratamiento, desde cambios en la dieta, a la suplementación con probióticos y/o prebióticos según sea indicado.

¿Qué síntomas nos pueden hacer sospechar que padecemos una disbiosis?

Algunos de los síntomas más comunes de disbiosis son:

  • Molestias abdominales, digestión lenta o pesada.
  • Distensión abdominal, inflamación de vientre, a medida que va pasando el día, llegando a tener una auténtica barriga de embarazada, debido a que los gases se están produciendo en el intestino delgado y se van acumulando. Durante la noche estos gases son reabsorbidos, por lo que por la mañana el vientre está completamente plano, pero vuelve a hincharse a medida que se va comiendo a lo largo del día.
  • Eructos.
  • Náuseas.
  • Deficiencias nutricionales.
  • Déficit de ácido gástrico, jugos pancreáticos o enzimas digestivas.
  • La disminución del complejo migratorio motor (CMM). Suelen ser personas con estreñimiento crónico o tránsito lento.
  • Estreñimiento o diarrea.
  • Tendencia a intolerancias alimentarias.
  • Acidez, ardor y reflujo.

Otros síntomas extradigestivos como:

También podemos identificar posibles síntomas de disbiosis en factores extradigestivos como: olor de cabeza, niebla mental, pérdida de memoria, estados de ánimo bajos, cansancio, debilidad, ansiedad, dolores articulares, lumbares o musculares, rosácea, eccemas, acné, urticaria, cistitis de repetición, trastornos genitales y de la menstruación pérdida de peso inexplicable por otras causas.

 

Si crees que puedes estar padeciendo estos síntomas compatibles con la disbiosis, ¡ponte en contacto con nosotros!

Te ayudaremos a encontrar una solución y a mejorar tu calidad de vida.