El pasado viernes 22 de marzo, nuestro director en la Clínica Doctor Rojo de Vila-real, el doctor José Luís Rojo, acudió al programa de Susana Balaguer, “Protagonistes”. En esta entrevista trataron temas tan interesantes como la genética, la epigenética y la importancia de un estilo de vida saludable.
Puedes escuchar la entrevista entera a continuación:
GENÉTICA Y GENÓMICA
Si hablamos de avances en Medicina en los últimos tiempos, debemos hablar, necesariamente, de Genética y tratamientos genéticos. Un gen es el lugar donde se almacena la herencia biológica, y la variación de características y rasgos que se transmiten de padres a hijos, de una generación a otra. Es la unidad molecular básica de la herencia genética. Denominamos genoma al conjunto de dicho material genético de un organismo.
La Genética es la ciencia que estudia los genes.
La Genómica es la disciplina científica que analiza el genoma y estudia la función de los genes y la interacción entre ellos, así como las enfermedades genéticas. La mayoría de las enfermedades que aparecen con la edad y que de una forma errónea se asocian al envejecimiento, suelen ser enfermedades que presentan una progresión de muchos años, y un factor genético pequeño. Pero incluso en estas, podemos aplicar, en beneficio de nuestros pacientes, todo lo que va surgiendo en la investigación genética.
EPIGENÉTICA
La llamada Epigenética se está estudiando en la Medicina Antienvejecimiento, para tratar múltiples enfermedades como el cáncer.
El término “epi” significa por encima. La epigenética estudia los cambios en la función de los genes que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN. La población en general los conoce más porque se está hablando mucho de los cambios epigenéticos en el cáncer. Estudios avanzados han establecido que el cáncer está directamente vinculado a procesos que provocan alteraciones químicas en el ADN.
Gracias a la epigenética se han llegado a conclusiones como que el medio ambiente, el alcohol, el tabaco, el estilo de vida, la alimentación actúa sobre nuestros genes, pero no modificando su estructura, sino cómo se expresan estos genes y puede hacer que dos personas idénticas genéticamente, como gemelos, sean muy muy diferentes en cuanto a enfermedades, e incluso apariencia física: mismo genotipo, y distinto fenotipo (forma en que se manifiesta un gen en un ambiente determinado) …
Un ejemplo es los pocos casos de fumadores que no tienen cáncer de pulmón o de vejiga, pero sí lo desarrollan personas que conviven con ellos sin ser fumadores, los llamados fumadores pasivos).
Esta vulnerabilidad genética, dependiente del estilo de vida y del medio ambiente, nos lleva a la afirmación de que “a veces es más importante el código postal que el código genético”, puesto que un entorno tóxico puede desencadenar numerosas enfermedades. Lo positivo de todo esto es que las modificaciones epigenéticas que sufrimos pueden ser reversibles, cosa que no sucede con nuestros genes, a no ser que nos sometamos a una intervención genética.
Otros estudios han demostrado cómo la exposición a determinados factores ambientales también tiene su impacto en la epigenética y en la salud a largo plazo. El estrés, la exposición a tóxicos, y los hábitos alimentarios, entre otros, pueden generar modificaciones epigenéticas que desencadenen enfermedades crónicas, que pueden perdurar más allá de 2 generaciones, como un fenotipo ahorrador.
Los hijos de padres fumadores tienen más problemas de salud, aunque durante el embarazo los progenitores hayan dejado de fumar; especialmente si el inicio del hábito fue anterior a la pubertad.
Las dioxinas (presentes en los pesticidas y empleadas en la fabricación de papel) el DDT, el queroseno usado como carburante de los aviones, el consumo de alcohol, tabaco, e incluso dietas ricas en grasas saturadas y productos procesados, son algunos de los factores que pueden dejar su huella en una herencia epigenética transgeneracional.
Actualmente, ya están empezando a desarrollarse los primeros fármacos epigenéticos, relacionados con enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, y cáncer, tres grandes familias de patologías con un importante componente epigenético. En la enfermedad de Alzheimer la genética clásica es responsable tan solo del 10% de los casos; el 90% restante posiblemente tenga una alta vinculación con factores epigenéticos.
Lo más destacable en el estudio de la Epigenética sigue siendo la importancia de prevenir la exposición a factores ambientales dañinos y la necesidad de promover un estilo de vida saludable.